miércoles, 20 de enero de 2010

EDUARD

Ayer mi hija envió a toda la familia el siguiente correo, permitirme que os lo copie;

Solo quería comunicaros que el neurólogo ha dado el alta a Eduard, se puede considerar un niño normal al que, el tema de la prematuridad, no ha dejado ninguna secuela y puede ser considerado totalmente normal. De hecho sus palabras han sido "podemos dar por cerrado este capítulo" no creo que nunca podamos cerrarlo del todo, pero empezaremos a intentar dejar de recordarlo.
Un beso
Anna (la aliviada mamá)


Lo cierto es que el mensaje me sorprendió, no era consciente de la constante preocupación que, como madre, a sobrellevado durante los 14 meses de vida de Eduard.

He visto crecer a mi nieto a lo largo del año y pico y nunca me he planteado que pudiese presentar ningún retraso, de ningún tipo. A las fotos me remito. Pero claro, yo tengo más experiencia, más distancia del problema, y .............. ¡No soy su madre!





¡Su madre! es quizá la primera vez que soy totalmente consciente de que mi Patita es madre. Es la primera vez que soy totalmente consciente del significado antropológico de este hecho; su maternidad.

Durante años me he dado cuenta de un hecho curioso, la instantánea llegada a la madurez de las mujeres únicamente por el hecho de ser madres, lo que ciertamente no es poco. Una mujer cuando es madre, no cuando queda embarazada, si no cuando es madre, es inmediatamente reconocida como tal por el resto de las madres, sobre todo por de las de su clan. Ves madre e hija, madre y abuela, hablar en absoluto plan de igualdad entre ellas, meses antes todavía es la nena que está embarazada. La nueva madre es inmediatamente aceptada por las demás, así sin examen, ha llegado a la madurez.

De pronto las ves desenvolverse en el médico, en las guarderías, en las reuniones, etc., son mayores. Así, de golpe.

Hoy me he dado cuenta de que mi Patita navega sola, y navega muy bien. Este modelo me salió perfecto.

A nosotros no nos pasa igual, nuestra madurez es más costosa en cuanto a tiempo, más larga. Es frecuente encontrar Señores con cincuenta años y varios hijos que son completos adolescentes. De hecho pasa con la mayoría de nosotros.

Siendo sincero, no me he sentido completamente seguro de mi mismo hasta hace muy poco, por eso me jubilé anticipadamente.

Por ello, por no haberme dado cuenta de tu angustia, te pido perdón Anna. Y por ser una magnífica madre, te felicito muy, muy, muy sinceramente. Se que cuidarás perfectamente al Petitó, en ti tendrá la mejor guía para fijar su rumbo.

Un beso Patita.